lunes, 25 de junio de 2018

LA NOVELA DE POSGUERRA: NOVELA EXPERIMENTAL(DÉCADA DE LOS 40)



   Dejando las novelas sobre la guerra y de alabanza del régimen, predomina la NOVELA EXISTENCIAL que es un tipo de narración inconformista, alejada del triunfalismo o la evasión dominantes, y con personajes generalmente desorientados y frustrados, que expresan el malestar del momento. Un primer revulsivo en aquel panorama adormecido fue La familia de Pascual Duarte (1942), de Camilo José Cela, que abre una corriente llamada "tremendista" por la crudeza con que se describen ambientes sórdidos y sucesos truculentos.
    Se presenta  como una carta manuscrita en la que un condenado a muerte. Pascual Duarte cuenta desde la cárcel (ambiente sórdido) en 1ª persona (relato autobiográfico) la truculenta historia de su vida (argumento de situaciones extremas, repulsivas, basadas en la crueldad y la violencia). Recuerda su infancia en el medio rural y los terribles crímenes que ha cometido llevado por una especie de impulso ciego.
   El protagonista dirige su confesión a un narratario que es el amigo de su última víctima y le pide perdón. Al final de la obra se incluyen dos cartas en las que se informa de que Pascual fue ejecutado y de cómo murió.
Pascual Duarte, de baja clase social y escasa cultura, selecciona de su vida solo los momentos que considera significativos de acuerdo con la finalidad de que ha propuesto: justificar su conducta explicando todas las desgracias que ha padecido en un destino marcado por la fatalidad.
El ambiente rural de la España anterior a la Guerra Civil y la circunstancia familiar en la que crece Pascual se caracteriza por la pobreza, la crueldad y la brutalidad. Su relato está presidido por la violencia: la de las escenas en su hogar y la de las acciones que él ha cometido la muerte de dos animales y de dos personas, una de las cuales es su madre.
En cuanto a la intención de la obra, algunos críticos lo consideran un drama rural novelado, otros le atribuyen un sentido existencial (reflexión sobre el sinsentido de los actos humanos, la culpa y el destino) y, finalmente, otros aprecian cierta denuncia social (de la miseria) y el primitivismo rurales.


Nada, de Carmen Laforet, se considera una de las obras más importantes del período.

Narra la historia del proceso de aprendizaje y maduración de Andrea, una joven que llena de ilusiones, va a realizar estudios universitarios a Barcelona y se aloja en casa de unos familiares. La pobreza y la degradación moral de  la familia adquieren gran importancia por su carácter testimonial de la España de posguerra.

     La historia, narrada por la protagonista (protagonismo individual) alcanza un año (tiempo breve, reducido) y se desarrolla en la ruinosa y sucia casa familiar de sus tíos (lugar cerrado y asfixiante), donde es testigo de enfrentamiento y de violencia física. Sus habitantes son personas desgraciadas, que padecen hambre y se pelean. Se aprecia la angustia existencial: aburrimiento vital, opresión, incomunicación...

Al final, Andrea se marcha a Madrid "sin haber conocido nada de lo que confusamente esperaba: la vida en su plenitud, la alegría, el interés profundo, el amor.  De la calle de Aribau no me llevabanada".

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